En un estudio pionero publicado en la revista naturaleza, Científicos chinos han identificado una bilis natural, el ácido litocólico (LCA), con efectos antienvejecimiento que se logran mediante la restricción calórica. Se ha descubierto que el LCA, producido por el hígado, mejora la regeneración muscular, mejora la fuerza de agarre y aumenta la capacidad de carrera en ratones genéticamente modificados con tejidos humanos.
Estudios anteriores han demostrado que los mamíferos acumulan LCA durante la restricción calórica, activando una molécula clave involucrada en el metabolismo llamada proteína quinasa activada por AMP (AMPK).
De acuerdo a estudiar, Se sabe que la AMPK desempeña un papel importante en la regulación de procesos como la inflamación y la neurodegeneración, asociados con el envejecimiento.
También se realizaron experimentos con moscas de la fruta y un nematodo llamado C. elegans para respaldar este hallazgo. Se supone que no producen LCA de forma natural, y el tratamiento de estos animales con LCA produce resultados asociados con la restricción calórica.
Según un informe de Poste matutino del sur de China, Los resultados indican que los investigadores pudieron transmitir los efectos de la señal del LCA administrado una vez. El ACV aumentó la vida útil promedio de los nematodos de 22 a 27 días, mientras que en las moscas aumentó la vida útil de los machos de 47 a 52 días y de las hembras de 52 a 56 días.
El autor principal, Lin Shengkai, biólogo metabólico de la Universidad de Xiamen, dijo que el equipo está explorando la posible aplicación de píldoras de LCA en humanos en ensayos.
“Afrontaremos los desafíos y las complicaciones para explorar cómo se puede aplicar a personas de diferentes edades con diferentes condiciones de salud, como el embarazo, y determinar la dosis adecuada”, afirmó Lin.
“La gente ha estado buscando un elixir para la longevidad. El LCA es una posibilidad, porque representa una molécula en la sangre de las personas que practican la restricción calórica y activa la AMPK, que induce aún más cambios metabólicos en la sangre”.
Este descubrimiento revolucionario abre nuevas vías en el estudio del envejecimiento y las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, aunque se necesita más investigación para confirmar estos efectos del LCA en humanos. Con suerte, los hallazgos abren nuevos horizontes para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas potenciales para promover un envejecimiento saludable.