Es posible que pronto se resuelva un misterio centenario que rodea los orígenes de Cristóbal Colón. Científicos españoles han confirmado mediante análisis de ADN que los restos de Colón están efectivamente enterrados en una tumba en la Catedral de Sevilla, España. Este hallazgo pone fin a un debate de larga data sobre su lugar de descanso final, previamente impugnado por otras afirmaciones, El correo de Nueva York Informe
La controversia no termina ahí; Las cuestiones sobre la nacionalidad de Colón también están a punto de resolverse. Aunque tradicionalmente se cree que Colón vino de Génova, Italia, teorías alternativas sugieren que pudo haber sido un judío español, griego, vasco o portugués.
Dirigidos por el experto forense Miguel Llorente, los investigadores analizaron pequeñas muestras de restos de Sevilla y los compararon con familiares conocidos de Colón. Las conclusiones de su investigación se publicarán en un documental titulado “Columbus DNA: The True Origins” que se emitirá en la cadena nacional española TVE.
Aunque Laurent no reveló los resultados finales durante una sesión informativa reciente, dijo que la tecnología moderna ha confirmado definitivamente que los restos de Sevilla pertenecen a Colón. Reconoció los desafíos de investigar la nacionalidad de Colón debido a la gran cantidad de datos involucrados, pero señaló que los resultados eran “casi completamente confiables”.
Los restos de Colón tienen una complicada historia de migración. Murió en 1506 en Valladolid, España, pero quería ser enterrado en La Española, ahora República Dominicana, y Haití. Se cree que sus restos fueron trasladados a Cuba en 1795 y posteriormente a Sevilla en 1898. Sin embargo, algunas pruebas sugieren que algunos de sus restos aún pueden estar en el Caribe, ya que se han encontrado en un plomo fragmentos de huesos que se cree que pertenecen a Colón. Ataúd en Santo Domingo en 1877.
Este debate en curso tiene lugar en medio de crecientes críticas al legado de Colón. Nick Tilsen, presidente del grupo de defensa indígena NDN Collective, sostiene que celebrar el Día de la Raza es “absolutamente irrespetuoso”, señalando la devastación de las poblaciones indígenas a través de la colonización y las enfermedades como las expediciones de Colón.