Nueva Delhi:
Los partidarios del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se han enfrentado con Elon Musk, Vivek Ramaswamy y sus aliados tecnológicos. En el centro del conflicto hay un tema polarizador: la inmigración. Musk y sus aliados de Silicon Valley, por un lado, están a favor de una reforma migratoria basada en el mérito. Los partidarios de Trump, por otro lado, comprometidos con una postura antiinmigración, ven la posición de Musk como una traición a sus ideales populares.
Una brecha surgió dentro del campo MAGA luego de la contratación del capitalista de riesgo de origen indio y aliado de Musk, Sriram Krishnan, para liderar la política de inteligencia artificial en la administración entrante de Trump. Las declaraciones anteriores de Krishnan a favor de eliminar el límite del país para las tarjetas de residencia para inmigrantes calificados fueron sacadas a relucir por los partidarios de Trump, lo que desató una tormenta en las redes sociales.
Laura Loomer, comentarista de extrema derecha en las redes sociales, describió el nombramiento de Krishnan como “profundamente inquietante”. Sus críticas, amplificadas por cuentas verificadas en la plataforma de redes sociales X de Musk, prepararon el escenario para un choque entre las dos facciones.
Musk y la visión de Silicon Valley
Musk, quien emigró a Estados Unidos con una visa H-1B, ha defendido constantemente la idea de atraer a los mejores talentos mundiales. Sostiene que el dominio tecnológico y económico de Estados Unidos depende de su capacidad para reclutar a las mejores mentes del mundo. “Si quieres que tu equipo gane campeonatos, necesitas contratar a los mejores talentos dondequiera que estén”, publicó Musk en X.
Vivek Ramaswamy, el recién nombrado vicepresidente de eficiencia gubernamental de Trump, se hizo eco de los sentimientos de Musk. Ramaswamy, hijo de inmigrantes indios, argumentó que la cultura estadounidense ha celebrado durante mucho tiempo la mediocridad por encima de la excelencia. “Una cultura que celebra a las reinas del baile de graduación por encima de los campeones de las olimpiadas de matemáticas… no producirá los mejores ingenieros”, publicó en X.
La razón por la que las principales empresas de tecnología contratan ingenieros nacidos en el extranjero y de primera generación con más frecuencia que estadounidenses “nativos” no es un déficit inherente del coeficiente intelectual estadounidense (una explicación vaga y equivocada). Una parte clave de esto se reduce a la palabra que empieza con c: cultura. Las preguntas difíciles exigen respuestas difíciles y si…
—Vivek Ramaswamy (@VivekGRamaswamy) 26 de diciembre de 2024
La reacción populista del MAGA
Pero esas posturas han provocado reacciones negativas por parte de los partidarios más leales de Trump. Lumer, junto con figuras de derecha como Ann Coulter y el excongresista Matt Gaetz, acusaron a Musk y Ramaswamy de subestimar a los trabajadores estadounidenses. Una publicación viral en X acusó al Sr. Krishnan de ser un agente de “India primero” cuya misión era “reemplazar a los trabajadores estadounidenses”.
La ex embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, también intervino e insistió en que Estados Unidos debería priorizar la inversión en talento estadounidense. “No hay nada malo con los trabajadores estadounidenses ni con la cultura estadounidense”, publicó, desafiando las críticas del Sr. Ramaswamy.
A la confusión se suma la postura inconsistente de Trump sobre la inmigración. Si bien su primera administración impuso restricciones significativas a las visas H-1B, sus declaraciones recientes han insinuado un enfoque más suave. Durante una entrevista en un podcast a principios de este año, Trump expresó su apoyo a que las universidades estadounidenses ofrezcan tarjetas de residencia a graduados extranjeros. El cambio dejó a muchos en su base inseguros sobre la dirección futura de su política de inmigración.