El presidente boliviano Luis Arce enfrenta un intento de golpe de Estado en medio de tensiones políticas

Luis Arce, de 60 años, ganó las elecciones de 2020 tras una profunda agitación política.

El presidente boliviano Luis Arce, un ex ministro de economía visionario y de modales apacibles, se enfrentó a un intento de golpe de Estado el miércoles, cuando las fuerzas armadas se retiraron después de asaltar la plaza central de La Paz y el palacio presidencial.

Arce, de 60 años, ganó las elecciones de 2020 tras una profunda agitación política. Un año antes, una votación se vio empañada por acusaciones de fraude, lo que provocó protestas masivas y, en última instancia, la renuncia del entonces presidente Evo Morales.

Arce y Morales, antiguos aliados y colegas, se han convertido desde entonces en rivales políticos. Ambos están considerando postularse para la presidencia en las elecciones del próximo año y cada uno lidera una facción del partido político dominante Movimiento al Socialismo (MAS).

Un fallo judicial contra Morales avivó nuevamente este año protestas que bloquearon las principales carreteras del país y dañaron la economía. La escasez de dólares y combustible también ha causado daños, ya que la producción y las exportaciones de gas del país sin litoral han disminuido.

Arce, un ex economista conocido por mantener un perfil personal bajo, fue alguna vez un protegido de Morales y desarrolló el plan económico para la exitosa carrera presidencial de Morales en 2005.

Luego, Morales nombró a Arce ministro de Economía en 2006, y dirigió la economía del país andino durante más de una década. Sus partidarios dicen que fue el arquitecto del crecimiento “milagroso” de Bolivia en la década de 2000, que sacó a muchas personas de la pobreza en uno de los países más pobres de América del Sur. Los precios de las materias primas subieron, incluidos el gas, los metales y la soja.

Enfureció a los inversores al presionar por la nacionalización de sectores como el petróleo y el gas.

Hacia el final del gobierno de casi 14 años de Morales, el crecimiento se desaceleró y creció la oposición a su cuarto mandato, algo sin precedentes.

Las fallidas elecciones de 2019 marcaron una crisis política. A esto le siguió la renuncia de Morales, la violencia sangrienta y la presidencia interina de un año de Jeanine Áñez, una congresista de derecha que asumió el poder después de que Morales abandonara el país.

Las elecciones de Ars en 2020 traerán estabilidad política. Morales regresó del exilio durante aproximadamente un año cuando Arce ganó la presidencia.

Como presidente, Arce ha luchado por gestionar un déficit de dólares estadounidenses que ha afectado a la economía y ha llevado a las agencias de calificación crediticia a rebajar la calificación de la deuda de Bolivia a la categoría de “basura”.

El general detrás del intento de golpe del miércoles, Juan José Zúñiga, dijo que el gobierno estaba “empobreciendo” al país.

El gobierno de Ars ha firmado acuerdos con empresas rusas y chinas para desarrollar vastas reservas sin explotar de litio, el metal utilizado en baterías para vehículos eléctricos, teléfonos móviles y ordenadores portátiles. Sin embargo, los legisladores de una legislatura dividida aún tienen que ratificar un acuerdo.

(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).

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