El actor de Bob’s Burgers, Jay Johnston, se declaró culpable de los cargos de participación en los disturbios del Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021. bbc reportado
El hombre de 54 años enfrenta hasta cinco años de prisión por el delito grave de desorden civil. Aún no se ha fijado una fecha para la sentencia. Según documentos judiciales, Johnston participó en una turba violenta que atacó a agentes de policía. Un video lo mostró tomando un escudo de un oficial y usándolo para hacer retroceder a los oficiales que custodiaban el Capitolio.
Fue arrestado por múltiples cargos de delitos graves, incluida la obstrucción de los agentes durante un desorden civil, la entrada ilegal a un edificio o terreno restringido y la obstrucción del paso por los terrenos del Capitolio. Fue puesto en libertad con una fianza de 25.000 dólares en junio de 2023 después de su comparecencia inicial ante el tribunal en California.
Los documentos judiciales muestran que Johnston estaba cerca de la entrada del túnel, indicó a otros alborotadores que lo siguieran y luego admitió su participación en los disturbios del Capitolio en un mensaje de texto. “No fue un ataque, pero resultó serlo”, decía el mensaje. Otro mensaje describía la escena como “un desastre”.
El FBI identificó a Johnston como sospechoso después de que tres conocidos lo reconocieran en fotografías publicadas en las redes sociales. Uno de esos cómplices entregó mensajes de texto incriminatorios a los investigadores. Los registros de las aerolíneas también muestran que Johnston reservó un vuelo de ida y vuelta desde Los Ángeles a Washington, D.C., con salida el 4 de enero de 2021 y regreso el 7 de enero.
El 6 de enero de 2021, una turba de partidarios del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, irrumpió en el edificio del Capitolio de Estados Unidos, buscando anular los resultados de las elecciones de 2020. Miles de personas se reunieron en Washington, DC, por las falsas afirmaciones de fraude electoral de Trump.
Los alborotadores irrumpieron en el Capitolio, destrozaron oficinas, atacaron a policías y periodistas e intentaron dañar a los legisladores. En las cercanías se encontraron bombas caseras y cócteles molotov. Cinco personas, incluido un policía, murieron y 174 agentes resultaron heridos. El ataque fue un intento fallido de interrumpir el recuento de votos electorales y mantener a Trump en el poder.
Alrededor de 1.000 personas han sido condenadas o declaradas culpables de delitos federales relacionados con los disturbios, informó AP. Más de la mitad de ellos fueron condenados a penas de prisión que oscilaban entre siete días y 18 años.