Nueva Delhi:

Hace dos días, apareció un vídeo que mostraba a una mujer iraní desnudándose hasta quedarse en ropa interior para protestar por el acoso de la policía moral en una universidad de Teherán. Las imágenes en las redes sociales mostraron que hombres vestidos de civil lo recogieron en un automóvil y lo llevaron a un lugar no revelado.

Según informes de varios medios de comunicación y canales de redes sociales fuera de Irán, la mujer, cuya identidad no ha sido revelada, supuestamente fue acosada dentro de la prestigiosa Universidad Islámica Azad de Teherán por miembros de la fuerza paramilitar Basij que le arrancaron el pañuelo y la ropa.

El director de relaciones públicas de la Universidad Azad, Amir Mahjob, dijo en una publicación en X que la estudiante, separada de su marido y madre de dos hijos, “tenía un trastorno mental”. El periódico local Farikhtegan también informó que fue ingresado en un centro de salud mental.

Dos días después, su paradero sigue siendo desconocido, lo que llevó a la sección de Irán de Amnistía Internacional a pedir su liberación inmediata. “Las autoridades deben protegerlo de la tortura y otros malos tratos y garantizar el acceso a familiares y abogados. Las acusaciones de golpizas y violencia sexual contra él durante su arresto requieren una investigación independiente e imparcial”, dijo la agencia.

Mai Sato, relatora especial de la ONU para la República Islámica de Irán, dijo a X que “vigilaría de cerca este incidente, incluida la respuesta de las autoridades”.

En Irán, las mujeres deben usar pañuelos en la cabeza y ropa holgada en público, cuyas violaciones llevaron al arresto de la iraní-kurda Mahsa Amini en 2022. Posteriormente murió bajo custodia, lo que provocó fuertes protestas en todo el país. Un país donde las mujeres queman sus velos y provocan incidentes. La actriz iraní Hengameh Ghaziani estuvo entre las detenidas por quitarse el hijab en Instagram en solidaridad con el movimiento. Más de 500 manifestantes murieron en la represión que siguió.

La policía moral de Irán, o Gasht-e-Ershad, se estableció en 2006 para garantizar la estricta aplicación de las leyes sobre el velo que existen desde la década de 1980. Patrullan lugares públicos y están cada vez más presentes en escuelas y universidades y vigilan la vestimenta de las mujeres.

Desde entonces, las mujeres han estado protestando contra estas leyes, vistiendo ropa ajustada o mostrando su cabello en público y en las redes sociales.


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