Coca-Cola honró recientemente la próxima toma de posesión del presidente electo Donald Trump con una especie de tributo: una botella de Coca-Cola Light conmemorativa presidencial. El presidente y director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincy, entregó la botella única a Trump el martes por la noche. La botella conmemorativa tiene una etiqueta especial que dice “Toma de posesión del presidente de los Estados Unidos”, con el nombre de Trump y la fecha de toma de posesión, “20 de enero de 2025”, impresa debajo.

Margo Marin, asistente del presidente electo Donald Trump, compartió la foto en X de Trump aceptando una botella de Coca-Cola Light del Sr. Quincy. La botella venía en una caja roja especial con una nota que destacaba la contribución de 55.000 millones de dólares de Coca-Cola a la economía estadounidense y el apoyo a 8.60.000 puestos de trabajo.

“Estamos orgullosos de continuar nuestra tradición de décadas de celebrar la toma de posesión del presidente de los Estados Unidos con una botella conmemorativa”, decía la nota.

“Esta noche, el presidente Trump recibió la primera botella de Coca-Cola Light inaugural conmemorativa presidencial de manos de James Quincy, presidente y director ejecutivo de The Coca-Cola Company”, anunció en X la subdirectora de comunicaciones de Trump, Margo Martin, junto con dos fotografías.

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“El inventor de Diet Coke es un genio”, comentó el multimillonario Elon Musk en respuesta a la imagen publicada en la cuenta X de DogeDesigner.

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El amor de Donald Trump por la Coca-Cola Light no es ningún secreto. Durante su primer mandato en la Casa Blanca, tenía un botón especial en el escritorio de Resolute en la Oficina Oval que podía presionar para convocar una nueva Coca-Cola Light. El botón estaba escondido dentro de una caja de madera y, cuando se presionaba, le indicaba al valet que trajera una Coca-Cola Light en bandeja de plata. Según el informe, Trump consumía hasta 12 latas de Coca-Cola Light al día y el botón era una forma de “mantener fluyendo la bebida carbonatada”.

En particular, la tradición de Coca-Cola de producir botellas inaugurales especiales se remonta a décadas atrás, y algunas de estas botellas de edición limitada se han convertido en objetos de colección muy preciados.



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