Las fórmulas estructurales resultan intimidantes para muchos estudiantes, pero son una herramienta esencial en las lecciones de biología. Un estudio conjunto realizado por la bióloga Dra. Nina Minkle de la Universidad Ruhr de Bochum, Alemania, y el experto en didáctica de la química, Dr. Sascha Bernholt del Instituto Leibniz para la Educación Científica y Matemática en Kiel, Alemania, reveló que el trabajo El nivel de estrés de los estudiantes que hacen química Las fórmulas se reducen significativamente si se les dan consejos sencillos sobre cómo manejarlas. “La terapia también aumenta su rendimiento general”, afirma Nina Munkley, directora del estudio. Él y su equipo administraron la prueba a 136 estudiantes de secundaria con y sin propinas y compararon su desempeño y niveles de estrés. Publicaron sus hallazgos en la revista. Investigación en Educación Científica Desde el 26 de junio de 2024.

De hecho, las fórmulas químicas se enseñan en las clases de química, donde se introducen sistemáticamente en el nivel junior. En biología se utilizan en muchos campos, por ejemplo en el estudio de las reacciones de la fotosíntesis. Nina Munkley informa: “La experiencia y estudios previos han demostrado que las fórmulas estructurales complejas pueden ser particularmente estresantes y que muchos estudiantes tienen considerables dificultades con ellas. Intentan evitarlas”, informa Nina Munkley. “Sin embargo, en las clases de biología no hay tiempo suficiente para volver a introducir fórmulas”.

H significa hidrógeno.

Entonces su idea era dar consejos a los estudiantes que les facilitaran el dominio de las fórmulas. Una de esas pistas podría ser que la letra H sea para hidrógeno, o que el carbono, representado por la letra C, pueda tener hasta cuatro socios de enlace.

Para su experimento, los investigadores primero pidieron a un grupo de 136 estudiantes de secundaria que realizaran una prueba previa para determinar su conocimiento previo de fórmulas estructurales. Luego, los participantes escribieron una prueba en la que la mitad de ellos recibió las propinas y la otra mitad no. Los investigadores compararon los resultados de las pruebas, así como los niveles de estrés percibidos subjetivamente y los niveles de estrés objetivamente utilizando la variabilidad de la frecuencia cardíaca.

Menos estrés, mejor rendimiento

“Observamos que los estudiantes que recibieron propinas estaban menos estresados ​​y obtuvieron mejores resultados que el grupo de control”, dice Nina Minkle. Los investigadores determinaron los efectos del conocimiento previo para el propósito del estudio. “Señales simples como esta, que son fáciles de dar para los maestros, pueden ayudar a los estudiantes a concentrarse en lo que es importante en las tareas y exámenes, que en última instancia no se tratan de comprender fórmulas estructurales”. El equipo de investigación también sostiene que demasiado estrés puede provocar un deterioro cognitivo, lo que puede dificultar el recuerdo de información aprendida previamente. Este problema se puede evitar proporcionando sugerencias sobre fórmulas.

Además del estrés y el rendimiento, el equipo también examinó los efectos de las sugerencias sobre la autoeficacia de los estudiantes. “Descubrimos que prácticamente no había diferencia”, concluyó Nina Munkley. “Los estudiantes eran muy conscientes de que su conocimiento de las fórmulas estructurales era incompleto, con o sin proposiciones”.

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