Las personas mayores son el objetivo de todo tipo de estafas financieras, desde intentos de phishing por correo electrónico hasta personas que llaman para defraudarlos y quitarles los ahorros de toda su vida.
Un nuevo artículo de Ian M. McDonough, profesor asociado de psicología en la Universidad de Binghamton, arroja luz sobre cómo los cambios relacionados con la edad pueden afectar la forma en que administramos nuestras finanzas y cómo se aceleran a medida que envejecemos. “Disociar los mecanismos neurocognitivos de mantenimiento y compensación para apoyar la competencia financiera en adultos de mediana edad y mayores: el papel del lenguaje y la circunvolución frontal inferior”, en coautoría con Macrina Suárez Pelliconi de la Universidad de Alabama, se publicó recientemente. Archivos de Gerontología y Geriatría.
El estudio se centró en adultos cognitivamente sanos de entre 50 y 74 años, utilizando imágenes por resonancia magnética para medir la estructura cerebral y la conectividad funcional. Los participantes del estudio también realizaron tareas financieras simples, como equilibrar una chequera o dar cambio.
Las tareas financieras dependen de múltiples dominios cognitivos, incluida la memoria, el funcionamiento ejecutivo y la capacidad numérica; El envejecimiento puede provocar deterioros sutiles en todas estas áreas.
Las primeras investigaciones que analizaron la gestión financiera y el deterioro cerebral relacionado con el Alzheimer se centraron en la atención, la parte del cerebro involucrada en prestar atención y simular posibles resultados futuros, dijo McDonough. Aparte del desarrollo de estas regiones en los niños, se ha prestado poca atención a las regiones del cerebro asociadas específicamente con los procesos matemáticos.
Las matemáticas involucran dos áreas diferentes del cerebro. Uno es el giro frontal inferior, que se ocupa específicamente de acceder a la información matemática de la memoria.
“Si pregunto: ‘¿Cuánto es 3 más 3?’ Sabes que son seis; no tienes que contar 3 más 3”, explicó McDonough. “Te lo has perdido debido al aprendizaje de memoria y a los años y años de estar incrustado en ti”.
Si no tiene una respuesta fácil de recordar y necesita calcular, entra en juego la circunvolución frontal media. Utiliza más capacidad cerebral que la memoria y aumenta las posibilidades de error.
“Cuando las personas hacen cálculos, es más probable que se equivoquen. Si lo has memorizado, has memorizado la respuesta correcta”, dijo McDonough. “Cuando tienes esa representación verbal, eres más rápido, más eficiente y más preciso”.
La corteza prefrontal del cerebro se reduce como parte del envejecimiento normal. En la enfermedad de Alzheimer, las zonas de la corteza frontal se reducen aún más rápidamente. Como resultado, las personas pueden comenzar a cometer más errores en las tareas financieras porque sus cerebros ya no dependen de las respuestas de la memoria y, en cambio, reclutan diferentes áreas para compensar los déficits.
“Son marcadores potenciales que podrían indicar una mayor vulnerabilidad de las personas a las estafas”, afirmó. “Si entendemos cómo cambia el cerebro, eso puede informar las intervenciones utilizadas para apuntar a esas áreas del cerebro”.
Protección de la libertad
En última instancia, una gestión financiera exitosa puede depender más del procesamiento del lenguaje que del mero cálculo. Los investigadores descubrieron que las personas con mejores habilidades lingüísticas tenían más probabilidades de sobresalir en tareas financieras debido a una mayor conectividad entre las diferentes partes del cerebro.
La investigación de McDonough demostró que los altos ingresos del hogar y la educación financiera (ambos marcadores del estatus socioeconómico) eran dos factores protectores importantes contra la disminución de la capacidad financiera relacionada con la edad. Depender de la memoria requiere que los recuerdos se desarrollen con anticipación, lo cual es más probable en entornos donde se promueve la educación financiera.
La educación financiera puede ayudar a las personas a mantener agudas habilidades para tomar decisiones cuando se trata de dinero. Mantener representaciones verbales automáticas para las matemáticas (esencialmente, practicar las habilidades matemáticas que aprendiste en la escuela) puede ayudar a respaldar una buena gestión financiera a lo largo de la vida.
Sin embargo, tanto las personas como los cuidadores deben estar atentos a los déficits cognitivos que pueden hacer que los adultos mayores sean más vulnerables a estafas y abusos financieros. Las herramientas financieras, las tecnologías y las salvaguardias legales, como un poder notarial para los sistemas de pago automatizados, pueden proteger a los adultos mayores manteniendo al mismo tiempo su autonomía en la toma de decisiones.
“La gestión de las finanzas es fundamental para mantener la independencia en el futuro”, afirmó McDonough. “Necesitamos intervenciones que puedan fortalecer el cerebro y ayudar a las personas a mantenerse saludables mientras administran sus finanzas”.