Una investigación sugiere que hacer ejercicio a primera hora de la mañana o a última hora de la noche puede ser más eficaz para la prevención del cáncer.
Un estudio encontró que las personas que eran más activas al principio o al final del día tenían menos probabilidades de desarrollar cáncer de intestino.
Los expertos dicen que los hallazgos indican que existe un momento pico de actividad física que puede usarse para diseñar estrategias específicas de prevención del cáncer.
Los investigadores utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido para evaluar a 86.252 personas de entre 42 y 79 años, que realizaron un seguimiento de la actividad física mientras llevaban un dispositivo conocido como acelerómetro en la muñeca.
Destacan cuatro patrones de actividad; Actividad diurna continua, actividad tardía, actividad matutina y vespertina y actividad mediodía y nocturna.
Durante un seguimiento de 5 años, a 529 personas se les diagnosticó cáncer de intestino.
Dos picos diarios de actividad (alrededor de las 8 a. m. y las 6 p. m.) “más allá de los beneficios de la actividad física general, se asocian con un riesgo reducido de cáncer colorrectal”.
Aquellos que hacían ejercicio durante ese tiempo tenían un 11 por ciento menos de probabilidades de hacerlo que aquellos que hacían ejercicio de manera similar durante otras partes del día.
El actor James Van Der Beek recurrió a las redes sociales el domingo por la tarde para revelar que le habían diagnosticado cáncer.
Dame Deborah James, apodada ‘Niña Intestinal’, murió en 2022 a los 40 años a causa de un cáncer de intestino, diagnosticado a los 35.
El investigador principal, el profesor Dr. Michael Leitzmann de la Universidad de Regensburg, Alemania, afirmó: “Nuestro estudio destaca que no sólo la actividad física es importante para reducir el riesgo de cáncer colorrectal, sino que el momento de máxima actividad a lo largo del día puede desempeñar un papel importante”. .
«Al identificar momentos específicos (temprano en la mañana y al final del día) en los que la actividad física es más beneficiosa, nuestros hallazgos abren nuevas vías para estrategias de prevención específicas.
“Si futuras investigaciones lo confirman, esto podría proporcionar una forma sencilla pero eficaz para que las personas reduzcan aún más su riesgo de cáncer mediante el tiempo de ejercicio”.
El cáncer de intestino es el cuarto cáncer más común en el Reino Unido, y se estima que cada año se diagnostica esta enfermedad a 44.000 personas.
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Entre 1990 y principios de 2018, el número de diagnósticos de cáncer de intestino entre adultos de 25 a 49 años en el Reino Unido aumentó en una quinta parte (22 por ciento).
La Dra. Helen Crocker, subdirectora de investigación y políticas del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, que financió el estudio publicado en BMC Medicine, dijo que era una prueba más de que el ejercicio es una de las mejores formas de prevención.
Dijo: “Estar físicamente activo es una de nuestras recomendaciones para la prevención del cáncer y sabemos que reduce el riesgo de cáncer”.
“Estos nuevos e interesantes hallazgos ofrecen la posibilidad de desarrollar recomendaciones más específicas, incluido el tipo y el momento de la actividad física, para reducir el riesgo de cáncer”.