Como canciller en la sombra, Rachel Reeves ha trabajado para presentar al Partido Laborista como el nuevo hogar para las empresas británicas.

Y ahora la veterana figura laborista también está empezando a vestirse como corresponde: abandonando las faldas por trajes elegantes mientras se prepara para mudarse al número 11 de Downing Street.

Reeves, que ha dicho que impondrá una disciplina fiscal más fuerte cuando tome las riendas de la economía británica el viernes, parecía estar nerviosa antes del día de las elecciones.

El canciller en la sombra ha tratado de cortejar a las empresas yendo en contra de los instintos laboristas tradicionales: organizando desayunos para tratar de convencer a las empresas de que su partido las favorecerá en el gobierno.

Desde los días de John McDonnell y Jeremy Corbyn, que se embarcaron en un frente más revolucionario, esto ha significado mejorar la imagen del Partido Laborista, tanto en política como en estilo.

Durante la campaña electoral, la Sra. Reeves usó trajes de todos los tonos mientras recorría el Reino Unido y afirmó que el país sería un “refugio seguro” para las empresas bajo su supervisión.

Desde que asumió el cargo en 2021, ha promovido la estabilidad y la calma, ha desechado las políticas de ‘impuestos y gasto’ y, en cambio, ha abogado por la disciplina fiscal.

Las empresas esperarán que su equipo conservador tenga un impacto similar en la economía británica después de años de agitación debido a la pandemia, la guerra en Ucrania y el presupuesto de Lease Truss.

Source link