Cuando un presunto espía extranjero logra infiltrarse en los niveles más altos del establishment británico, debe ser de interés nacional revelar la identidad de esa persona.
Divulgar sus nombres y fotografías puede desencadenar recuerdos y alentar a las personas a presentar nueva información, brindando a los servicios de seguridad una imagen más completa de sus actividades y conexiones.
Esto reforzará el mensaje de que el espionaje no es sólo cosa de novelas de suspense baratas. Está sucediendo en este país ahora mismo y no podemos darnos el lujo de bajar la guardia.
Entonces, ¿por qué el “empresario” chino conocido como H6, que se codeaba con primeros ministros, capitanes de la industria y la realeza, ha estado envuelto en un anonimato legal?
Esta persona ha visitado Downing Street, el Palacio de Buckingham y Windsor. Incluso asistió al 60 cumpleaños del príncipe Andrés, de quien era a la vez confidente y socia comercial.
El MI5 ahora dice que H6 es un agente estatal chino y una amenaza para la seguridad nacional, razón por la cual se le ha prohibido volver a ingresar al Reino Unido.
La mayoría de los medios de comunicación británicos saben quién es y su nombre e imagen circulan ampliamente en otras partes del mundo. Pero no aquí.
El Tribunal Especial de Apelaciones de Inmigración ordenó su anonimato después de perder su caso.
Sede del MI5 en Londres. Las agencias de seguridad ahora dicen que H6 es un agente estatal chino y una amenaza para la seguridad nacional, por lo que se le ha prohibido volver a ingresar al Reino Unido.
Muchos diputados están indignados por este secretismo. De hecho, el líder reformista del Reino Unido, Nigel Farage, ha practicado tanto que amenaza con ubicar al H6 bajo privilegio parlamentario.
Pero esa sentencia fue revocada por el Tribunal Divisional, que restableció la restricción de presentarse para la audiencia del Tribunal Superior en una fecha no especificada.
Muchos diputados están indignados por este secretismo. De hecho, el líder reformista del Reino Unido, Nigel Farage, ha practicado tanto que amenaza con ubicar al H6 bajo privilegio parlamentario.
No deberíamos llegar a eso. H6 perdió su apelación, por lo que el Tribunal Superior debería ahora llevar este caso a su conclusión y permitir que sea desenmascarado.
Los servicios de seguridad creen que se trata de un agente secreto que lleva muchos años trabajando para socavar los intereses de este país. La gente tiene derecho a conocer su identidad.
Subestimar el Brexit
A pesar de todas sus garantías preelectorales sobre el respeto del resultado del referéndum de 2016, Sir Keir Starmer parece decidido a maniobrarnos de regreso a la órbita de la UE.
La revelación en el Mail on Sunday de que ha reunido un ‘escuadrón de rendición’ de 100 funcionarios públicos (hecho más que el Brexit) hará sonar las alarmas para ‘reiniciar’ nuestra relación con Bruselas.
Sir Keir Starmer le da la mano a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. A pesar de todas sus garantías preelectorales sobre el respeto del resultado del referéndum de 2016, el Primer Ministro parece decidido a arrastrarnos de regreso a la órbita de la UE.
Hay informes de que se está preparando para ceder el control de nuestros caladeros, realinear las normas europeas sobre alimentación y agricultura y volver a la libre circulación con un “plan de movilidad juvenil” que permitirá trabajar a los ciudadanos de la UE de entre 18 y 30 años. En este país sin visa.
Sir Keir, un partidario de la permanencia comprometido, tiene poco interés en capitalizar el enorme potencial del Brexit. En cambio, quiere unirnos una vez más a una unión que se encuentra en una profunda crisis. Francia y Alemania están al borde de la recesión y la extrema derecha en todo el continente.
Ha dicho que no quiere que el Reino Unido vuelva a unirse al mercado único o a la unión aduanera, pero ha incumplido tantas promesas durante su breve mandato en Downing Street que pocas personas creen o confían en él.
Como dijo Boris Johnson en el Mail de hoy: ‘Millones de personas acudieron a las urnas creyendo honestamente que el Brexit era seguro bajo el Partido Laborista. Estaba claro que Starmer los tomaba por tontos.