METROMás que cualquier otro producto básico, el mineral es el pegamento que mantiene unido al mundo globalizado, especialmente a nuestras ciudades. Pero producirlo requiere grandes cantidades de combustibles fósiles, y la industria será responsable de hasta el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero para 2023, según un estudio. Naturaleza.

Históricamente, los esfuerzos para abordar el problema se han centrado en aspectos como el combustible y el rendimiento. Pero algunas empresas tienen otra opción, que podría ser beneficiosa para el clima y la industria del cemento: almacenar el exceso de dióxido de carbono en hormigón para crear materiales de construcción negativos en carbono.

Paebbl captura carbono de la atmósfera y lo combina con roca de olivino en el suelo para formar un polvo o lodo de roca. Puede utilizarse como relleno industrial inerte o como materia prima en materiales de construcción como el hormigón. El proceso, conocido como mineralización acelerada, se puede realizar en menos de una hora y puede reducir la huella de carbono del hormigón hasta en un 70%, afirma el codirector ejecutivo de Paebbl, Andreas Saari. En la naturaleza, este proceso puede tardar siglos.

“No sólo se almacena carbono, sino que también se reemplaza parte del clinker (fabricado en horno), que es un gran emisor de carbono en el hormigón”, afirma. “No necesita altas temperaturas para elaborarlo; Emite calor, que podemos recuperar y utilizar como energía”.

Paebbl produce entre 200 y 300 kg al día en su planta piloto de Rotterdam, donde también está construyendo una planta de demostración. Para 2030, su objetivo es tener tres plantas a escala comercial operativas en Europa y América del Norte.

Otras empresas están almacenando carbono directamente en hormigón. CarbonCure inyecta dióxido de carbono en el hormigón fresco durante el mezclado. Una vez inyectado, el gas se mineraliza y se une permanentemente al hormigón. Al utilizar este tipo de hormigón, las empresas pueden reducir sus emisiones entre un 3% y un 5%. Carbon Cure estima que ahorró alrededor de 450.000 toneladas métricas de CO2 Hasta hoy.

Leer más: Cómo las ciudades controlan el tráfico para combatir las emisiones

Superar las especificaciones prescriptivas de los códigos y reglamentos es un obstáculo importante para ampliar dichas tecnologías. Los códigos de construcción se están actualizando para permitir nuevas formas de hormigón de bajas emisiones. Y en Estados Unidos, la iniciativa federal Buy Clean ha dado lugar a más de 2 mil millones de dólares en especificaciones para proyectos financiados con fondos federales para comprar materiales de construcción con bajas emisiones de carbono, incluido el cemento. Y empresas como Paebbl y CarbonCure también están viendo incentivos económicos para su tecnología mediante la venta de créditos por el carbono almacenado en los materiales de construcción.

Por ahora, es “una solución puente”, dice Sari. “Necesitamos encontrar una manera de almacenar miles de millones de toneladas de CO2. ¿Dónde puedo encontrarle un hogar permanente? Hay materiales de construcción. “

Source link