Málaga está adoptando una postura firme ante el comportamiento rebelde de los turistas británicos, con carteles públicos advirtiendo a los visitantes que se vistan apropiadamente y respeten las costumbres locales.
La ciudad española ha lanzado una campaña, completa con 17 vallas publicitarias y numerosos carteles, destinada a frenar el comportamiento que enoja a los locales, especialmente durante la temporada alta de turismo.
Los carteles, escritos en inglés y con la bandera británica, abordan directamente comportamientos a menudo atribuidos a los turistas británicos.
Se recuerda a los turistas que deben respetar las ordenanzas municipales o afrontar multas de hasta 750 euros por infracciones.
La campaña, impulsada por el departamento de turismo de Málaga, destaca cuatro problemas principales: ropa inadecuada, basura, ruido excesivo y uso imprudente de patinetes eléctricos.
Málaga está adoptando una postura firme ante el comportamiento rebelde de los turistas británicos, con carteles públicos advirtiendo a los visitantes que se vistan apropiadamente y respeten las costumbres locales.
Uno de los carteles del nuevo ayuntamiento reza: “Vaya completamente vestido. Utilice siempre una prenda superior por respeto e higiene en las calles y lugares públicos”.
En Málaga, los locales se oponían a que los extranjeros caminaran por la ciudad vistiendo sólo bikinis o pantalones cortos.
Uno de los carteles del nuevo ayuntamiento reza: “Vaya completamente vestido. Utilice siempre una prenda superior por respeto e higiene en las calles y lugares públicos”.
También se han colocado carteles publicitarios por toda la ciudad pidiendo a los visitantes que vistan de gala mientras desfilan por la ciudad: exigen “vestir adecuadamente”, “vestir adecuadamente” y “completamente vestido”.
Otro cartel se centra en la contaminación acústica e insta a los visitantes a “respetar las horas de sueño” de los residentes, incluidos los ancianos, los estudiantes y los trabajadores esenciales.
El cartel desaconseja gritar, cantar en voz alta o poner música a alto volumen en las zonas públicas y añade: “No llames la atención”.
Tirar basura es otro problema para los locales, mientras que a los turistas se les pide “mantener la ciudad limpia” utilizando papeleras y cuidando los monumentos históricos, los jardines y las zonas públicas.
Por su parte, se recuerda a los usuarios de patinetes que “las aceras son para los peatones. Si utilizas patinete o bicicleta, hazlo en las zonas legalmente autorizadas de acuerdo con las ordenanzas municipales”.
La medida pretende luchar contra los visitantes que circulan indiscriminadamente por los carriles bici, invaden las zonas peatonales y cometen una serie de incidentes graves.
Otro cartel se centra en la contaminación acústica e insta a los visitantes a “respetar las horas de sueño” de los residentes, incluidos los ancianos, los estudiantes y los trabajadores esenciales.
La basura es otro punto delicado para los lugareños, con carteles que piden a los turistas que “mantengan limpia la ciudad”.
Mientras tanto, se recuerda a los usuarios de scooters que “las aceras son para los peatones”.
A pesar de las nuevas reglas, los malagueños se muestran escépticos sobre su aplicación, argumentando que las leyes que prohíben caminar sin camisa o en ropa interior no se están respetando.
El departamento de turismo de la ciudad lanzó la iniciativa después de que este verano se llevaran a cabo una serie de protestas antiturísticas en toda España, incluidas Málaga, Madrid, Mallorca, Barcelona y Sevilla.
Las protestas llamaron la atención sobre el impacto del exceso de turismo en los precios de las propiedades, así como sobre acusaciones de trato irrespetuoso hacia los visitantes.
A pesar de las nuevas reglas, algunos lugareños se muestran escépticos sobre su aplicación, argumentando que las leyes contra ir sin camisa o usar ropa interior introducidas en 2023 no se están aplicando estrictamente, según Euro Semanal.
Sin embargo, las autoridades están intensificando sus esfuerzos y los infractores se enfrentan a multas potencialmente elevadas si no cumplen los códigos de vestimenta y las advertencias de la policía sobre el comportamiento público.
Mientras tanto, en España continúa la represión contra los turistas, y se advirtió a los acaparadores de tumbonas de playa que podrían enfrentar multas de £ 210 y confiscar sus pertenencias si intentan reservar lugares privilegiados.