Washington:
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el domingo que se retiraba de la presidencia frente a su rival Donald Trump, después de un decepcionante desempeño en el debate y números decrecientes en las encuestas.
La renuncia de último minuto de un abanderado del Partido Demócrata no tiene precedentes en la historia electoral moderna de Estados Unidos y es una medida de alto riesgo.
Así es como podría funcionar reemplazar al hombre de 81 años.
¿Conferencia caótica?
Para nominar a un candidato oficial, los delegados de los 50 estados asisten a la convención de nominación de verano de su partido para ungir oficialmente a un candidato basándose en la votación primaria.
Biden ganó abrumadoramente la votación primaria y unos 3.900 delegados del partido se dirigen a la convención en Chicago en agosto.
Sin Biden, los delegados tendrán que encontrar un reemplazo. Esto devuelve la política estadounidense a los viejos tiempos, cuando los jefes de los partidos se peleaban por elegir un candidato en cuartos traseros llenos de humo y rondas interminables de acuerdos.
El 31 de marzo de 1968, el entonces presidente Lyndon Johnson hizo el impactante anuncio en medio de la guerra de Vietnam de que no buscaría la reelección.
La medida convirtió la convención de ese año, también en Chicago, en una crisis política con manifestantes callejeros y delegados de izquierda enojados por la postura pro guerra del candidato seleccionado por el partido, Hubert Humphrey.
Después de esa debacle, los estados adoptaron el proceso de primarias de manera más amplia y las convenciones se convirtieron en asuntos bien aceitados cuyos resultados se conocían de antemano porque se determinaban tempranamente.
¿Quién puede reunirse?
Inmediatamente después del debate, los demócratas rodearon a Biden, al menos cuando habló oficialmente.
Todo esto se disipó con el tiempo, y los líderes del partido cada vez más importantes cuestionaban abiertamente la viabilidad de la candidatura del actual presidente.
Una elección natural, pero no automática, para reemplazar a Biden sería su compañera de fórmula, la vicepresidenta Kamala Harris, en la candidatura de 2020. Biden la respaldó el domingo cuando anunció que se retiraba.
Enviado para apagar incendios tras la mala actuación del presidente demócrata en el debate, Biden, de 59 años, admitió que Trump “tardó en empezar” pero “terminó fuerte”.
De lo contrario, se podrían invocar los nombres de los gobernadores de California, Gavin Newsom, Gretchen Whitmer de Michigan y Josh Shapiro de Pensilvania, cualquier número de políticos demócratas poderosos.
¿Posibilidades de terceros?
¿Podría surgir un fuerte candidato tercero cuando Biden se retire? Hasta ahora, ningún candidato independiente ha representado una amenaza para el sistema bipartidista dominante en Estados Unidos.
En 1992, el multimillonario texano Ross Perot, postulándose como independiente, logró ganar alrededor del 19 por ciento del voto popular.
Pero al final, debido a la forma en que funciona el sistema electoral del país, no obtuvo ni un solo voto que importe más: entre los 538 miembros del Colegio Electoral que finalmente decide al ganador.
(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).