París:
El mundo reaccionó con horror hace 10 años cuando el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fue derribado sobre el este de Ucrania devastado por la guerra cuando volaba de Amsterdam a Kuala Lumpur.
El accidente se produjo en las primeras etapas de una guerra en la que Moscú arrebató la península de Crimea a Kiev y desató una insurgencia de rebeldes prorrusos en el este de Ucrania.
qué sucedió
El vuelo condenado despegó de Ámsterdam en un brillante día de verano el 17 de julio de 2014.
Entre los pasajeros se encontraba el experto holandés en VIH/SIDA Joop Lange, que se dirigía a una conferencia en Melbourne, y Jeroen y Nicole Walls y sus cuatro hijos, que estaban de vacaciones en Malasia.
A las 16.19 horas (13.19 GMT), el avión explotó en el aire a una altitud de 33.000 pies (10,1 kilómetros), mientras sobrevolaba la región de Donetsk, en el este de Ucrania, donde los rebeldes separatistas prorrusos han estado luchando contra las fuerzas ucranianas.
Las 298 personas que iban a bordo murieron, incluidos 196 holandeses, así como 43 malasios y 38 australianos.
Una reconstrucción posterior del avión utilizando algunos de los restos revela el horror de los momentos finales del avión.
“La parte delantera del avión fue penetrada por cientos de objetos de alta energía procedentes de la ojiva”, afirmó una investigación internacional dirigida por los holandeses.
“Como resultado del impacto y posterior explosión, los tres tripulantes que se encontraban en la cabina murieron instantáneamente y el avión se desintegró en el aire”.
Los investigadores dijeron que algunos pasajeros pudieron haber sabido durante hasta 90 segundos que estaban muriendo.
¿Quién tuvo la culpa?
Rusia y Ucrania se atribuyeron inmediatamente la responsabilidad del derribo del avión.
Una investigación internacional realizada en 2016 encontró “pruebas irrefutables” de que el avión fue derribado por un sistema de misiles tierra-aire BUK de fabricación rusa que había sido transportado desde Rusia al este de Ucrania controlado por los separatistas.
Posteriormente, los investigadores determinaron que el misil procedía de una brigada militar rusa con base en la ciudad occidental de Kursk.
Rusia ha negado que algún misil antiaéreo haya cruzado la frontera.
En junio de 2019, cuatro figuras importantes de la autodenominada República Popular rebelde de Donetsk en el este de Ucrania, Igor Girkin, Sergei Dubinsky y Oleg Pulatov de Rusia y Leonid Kharchenko de Ucrania, fueron acusadas de asesinato.
Fueron acusados de llevar el sistema de misiles a un sitio de lanzamiento en el este de Ucrania (pero en realidad no presionaron el botón).
Los investigadores dijeron que había “fuertes indicios” de que el presidente ruso Vladimir Putin había autorizado la entrega de los misiles.
¿Alguien fue condenado?
Después de un juicio de dos años y medio, en noviembre de 2022 un tribunal holandés declaró a Girkin, Dubinsky y Kharchenko culpables in absentia de asesinato y estrellar intencionadamente un avión y los condenó a cadena perpetua.
Los tres se negaron a participar en el proceso legal ni a admitir su papel en el incidente.
Pulatov fue absuelto.
Rusia desestimó el fallo judicial por considerarlo motivado políticamente.
En enero de 2024, Girkin fue encarcelado en Rusia durante cuatro años por criticar repetidamente al Kremlin por no atacar a Ucrania de manera más agresiva.
En 2023, los investigadores del accidente del MH17 suspendieron su trabajo, diciendo que no había pruebas suficientes para procesar a más sospechosos.
¿Se ha hecho justicia?
Aún está en curso una investigación contra Rusia por parte de la Organización de Aviación Civil Internacional, una agencia de las Naciones Unidas.
Los Países Bajos y Ucrania presentaron conjuntamente un caso contra Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.
En los Países Bajos, sin embargo, se está desvaneciendo la esperanza de que los responsables sean llevados ante la justicia.
“Al final no pudimos encarcelar a nadie”, dijo el primer ministro holandés, Deek Schoof, a la emisora pública NOS en vísperas del décimo aniversario de la catástrofe.
“Existe ese sentido de justicia, pero al final no fue como debería haber sido”, añadió.
(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).