Una estructura en forma de flor en la que solo unos pocos micrómetros están hechos de aleación de hierro de níquel pueden enfocarse y aumentar los campos magnéticos localmente. El tamaño del efecto se puede controlar variando el número de geometría y ‘pétalos’. Este grupo metrometal magnético Dra. Anna Plau se ha desarrollado en el Instituto D -Sensia de Metralls de Barcelona (ICMAB), en el que el proyecto metamorico de la era del pecho, en colaboración con sus socios, ahora se ha estudiado en Bisi II en colaboración con el Dr. Sergio Valensia. Dicho dispositivo se puede utilizar para aumentar la sensibilidad de los sensores magnéticos, para reducir la energía necesaria para formar sectores magnéticos locales, pero también para estudiar patrones bajo la estación experimental PEEM, más que este tiempo.
La Dra. Anna Palau, que pertenece al Instituto de Senseia de Metrills de Barcelona (ICMAB), ha desarrollado un metómetro especial que parece flores pequeñas debajo del microscopio electrónico de barrido. Los ‘pétalos’ contienen rayas de aleación de hierro de níquel magnético ferro. Las microflowers se pueden fabricar en diferentes geometrías, no solo con diferentes rading interno y externo, sino también con números variables y ancho de pétalos. Esta geometría en forma de flor hace que las líneas de campo de campo magnético externo se centren en el medio del dispositivo, lo que resulta en un campo magnético muy rápido.
Metrómeros magnéticos
Anna Palau explica: “Las metometriales son material fabricado artificialmente con microestructura, cuyas dimensiones son más pequeñas que las ondas electromagnéticas o térmicas que están diseñadas para manipular”. El físico está trabajando en microestructuras magnéticas que pueden usarse en el almacenamiento de datos, procesamiento de información, biomédica, catal y tecnología de sensores magnéticos. Usando estos metrómeros, la sensibilidad de los sensores magnéticos puede aumentar considerablemente, ya que el campo magnético se detectará en el centro de estos sistemas.
MAPACIÓN DE DOMINOS MAGNÉTICOS EN BASI II
Anna Palau, su estudiante Alex Berira y Sergio Valinsia ahora lo han investigado en la estación experimental de Basi II. Como sensor del campo magnético, colocó un palo de cobalto en el medio de varios microfluores y los dominios magnéticos mapeados dentro del palo de cobalto. “Al ajustar el número de parámetros geométricos como la forma, el tamaño y los pétalos, el comportamiento magnético se puede cambiar y controlar”, dice Valencia. Como resultado, la sensibilidad del sensor magnético puede aumentar por dos intensidad.
También nuevas opciones para experimentos en Xpeem
Esta innovación abre nuevas opciones técnicas nuevas para el rendimiento de pequeños sensores magnéticos y el desarrollo de componentes magnéticos multifuncionales. En el futuro, tales microestructuras se pueden usar para crear muchos sectores magnéticos localmente, lo cual también es de interés para la estación experimental de XPM de Basi II. “Nuestro sistema experimental es una foto de un microscopio electrónico, por lo que el sector magnético se vuelve electrones y dificulta las experiencias”, dice Valencia. ‘El campo magnético máximo en el que generalmente podemos solicitar imágenes es de aproximadamente 25 millas (MT). Con una concentración de campo magnético, donde el campo solo se mejora localmente, podemos obtener fácilmente cinco veces más campos. ‘Esto es muy interesante porque abre la posibilidad de estudiar una gama de sistemas magnéticos en tales condiciones que antes no eran posibles.